De nuevo, las casualidades confluyen para arrastrarme ante ciertos libros, en este caso, los de Guadalupe Nettel (México, 1973), a quien tenía ganas de acercarme desde hace tiempo. Idear unas lecciones futuras para diversos niveles y universidades, por un lado, y preparar la última presentación de un libro, por otro, me han llevado a la literatura de Nettel, que comenzó a difundirse por España al quedar finalista en el Premio Herralde en 2005, el que finalmente acabaría ganando con Después del invierno en 2014 (cuando la obra El imperio de Yegorov de Moyano fue la honrosa finalista). No solo como novelista empezó a conocerse por la península, sino también como cuentista, al conseguir el III Premio de Narrativa Breve Ribera del Duero por El matrimonio de los peces rojos (Páginas de Espuma, 2013). No obstante, también ha escrito ensayo, como los dedicados a nombres destacados de la literatura tales como Julio Cortázar y Octavio Paz, pues la formación universitaria de Nettel fue en Letras Hispánicas en la UNAM y en Ciencias del Lenguaje en París.
Además de otros tantos reconocimientos y premios que la encumbran y avalan, es traducida a casi una veintena de idiomas. Y ahora que me encuentro en Italia, he podido hacer unos tanteos sobre su recepción: https://www.lindiependente.it/intervista-guadalupe-nettel/. De hecho, se puede saber que el título dado a ese libro de cuentos es Bestiario sentimentale, título que, he de decir, me ha convencido más, pues les cede el protagonismo a los cinco relatos por igual y, además, los amalgama poniendo el acento, no solo en lo animal, sino en lo emocional.
A falta de disponer de más tiempo para seguir profundizando en su literatura, he podido sumergirme en esos dos libros diferentes pero familiares. Que los animales son protagonistas en sus textos es evidente ya desde el mismo título de El matrimonio de los peces rojos, que también es el título del primer cuento: el emparejamiento de esos peces acaba siendo un reflejo o vaticinio del matrimonio al que se los han regalado, sobre todo después de tener una hija, tal como lo narra la mujer en primera persona. Ese cuento, he de confesarlo, consiguió que me sumergiera en él como si lo hiciera en esa misma pecera (o quizá, de algún modo, ya estaba dentro de ella), hasta el punto de dejarme trastocada en la “postlectura”: que no digan que la lectura es un acto pasivo o impasible, ni tampoco que la crítica literaria solo permite lecturas frías o frívolas. Pero hay otras cuestiones particulares que hacen zambullirme en sus historias: algunas se localizan en Francia, especialmente en París, como ese cuento, y otras en México, como el siguiente, “Guerra en los basureros”. También este gira en torno a la relación con los animales, en particular, unas cucarachas que aparecen en la casa de quien será especialista en insectos, el mismo que vivió en casa de sus tíos por la incapacidad de sus padres, esa casa en la que le fue reservada una habitación cerca de la mujer del servicio. Está presente el mundo animal asociado con el de la maternidad, al igual que en el tercer cuento, “Felina”, en el que se produce una simbiosis tal que los lectores podemos asistir a un inolvidable parto que también será relatado por una primera persona del singular femenina. Una voz narradora similar toma la palabra en el siguiente cuento, “Hongos”, los que una vez tuvo su madre y los que después ella querrá conservar como elemento de unión con otra persona, a pesar de lo enfermo o incluso enfermizo que ello suponga. La madre también tendrá un papel relevante, aunque especialmente lo detentará el padre en la siguiente y última historia, “La serpiente de Beijín”, en la que aquel no podrá resistirse a buscar a sus antepasados, los mismos que, no obstante, también son los de su propio hijo.
En estas historias hay familias y parejas a distancia, al igual que en la novela Después del invierno, donde también hay un cruce de amores diversos que van y vuelven. Hay enfermedad, cuerpo, sexo, duda, inestabilidad, cementerios, música, mirada, esto es, recurrencias de la escritora que, no obstante, también se pueden rastrear en otras autoras contemporáneas. Aquí se puede leer la sinopsis de esa historia:
https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/despues-del-invierno/9788433997845/NH_539
Indagando un poco más en Nettel, sabemos que es la actual directora de la Revista de la Universidad de México, publicación mensual. Gracias a que dispone también del formato digital, podríamos decir que los números publicados hasta la fecha en este año 2022 iluminan y mucho su propia literatura: comida, magia, familia.
https://www.revistadelauniversidad.mx/
Es más, esos tres ejes temáticos son compartidos por otros tantos escritores contemporáneos. El mundo literario de Nettel es una nueva pica puesta en la literatura de hoy respecto a la cual las ricas y fructíferas comparaciones con otras voces están aseguradas, no tanto en busca de una generación ni de una de corriente, pero quizá sí en la continua búsqueda de síntomas que nos expliquen un poco más el mundo en el que vivimos.