Cuando alguien vive la experiencia de «irse de Erasmus» creo que no deja nunca de «ser Erasmus». Afortunadamente, podemos optar a ese tipo de ayudas los profesores de diferentes niveles. Después de varias estancias, este curso he podido disfrutar de ello en la Università degli Studi della Tuscia, en la ciudad de Viterbo: una ciudad medieval de una belleza pronunciada por lo poco transitado de sus calles empedradas, ni por parte de sus habitantes ni de los turistas.
Entre otras actividades, he podido asistir al congreso «Mondi possibili», al que han asistido destacados especialistas, pero también estupendos amigos hispanistas. Prueba de ello es el cartel, de un diseño que me ha gustado mucho mucho:

De hecho, para mi comunicación, que giraba en torno a la novela titulada «República luminosa» de Andrés Barba, partía de ese desacuerdo: mientras que la crítica suele presentarla como una distopía, el autor ha reivindicado su intención de escribir una «utopía anárquica». A pesar del riesgo, también en un sentido estructural (dejando para el final el desvelamiento del «no-lugar utópico»), Barba logra con éxito el diseño de una república poblada por niños, hasta el punto de haberse alzado con el Premio Herralde de Novela en el año 2017. Continuando con la investigación, ya preparada la exposición, he podido indagar un poco sobre la recepción del autor en Italia: han sido traducidas bastantes obras suyas, pero tampoco se puede decir aún que cuenta con el respaldo de los lectores italianos. Tiempo al tiempo…
