Como se puede saber por las entradas anteriores, aunque el 23 de abril lo pasé volviendo de un largo viaje, este año he podido vivir otros días del libro. Casi toda la jornada del día 22 estábamos regresando de Italia en el trayecto diario de la compañía Grimaldi, barco que alberga en sus entrañas cientos de personas, pero también coches y camiones. Cada trayecto que hemos realizado ha sido de lo más diferente debido a las causas más insospechadas, pero este último fue realmente agradable, entre otras cosas porque, para nuestra sorpresa, ese día no era sino «La nave dei libri».