Un viaje literario por México

Para algunos, un viaje no puede no venir acompañado antes, durante y después de lecturas y lecturas. Este que estoy aún me encuentro realizando por
México no podía ser menos, sino más, cuando de un país tan rico literariamente se trata.

Antes de viajar, entre otros, pude leer El corrido de Dante, de Eduardo González Viaña (Alfaqueque, 2009), sobre el viaje que emprende Dante Celestino en busca de su hija y que le lleva a desplazarse hacia el norte de México y hacia Estados Unidos. Durante el viaje he ido leyendo El libro de nuestras ausencias, de Eduardo Ruiz Sosa (Candaya, 2022), cuyo detonante es la búsqueda de los restos de las personas desaparecidas en ese país, especialmente la realizada por las llamadas rastreadoras, que desesperadamente desean hallar a sus hijos. Ese mismo tema, pero ya no en una extensa novela de novelas sino en un breve ensayo, lo hallo tratado en un libro que aquí felizmente me ha regalado su editor, el profesor Víctor Hugo Vásquez Rentería, Ciudades aprehendidas y otros apegos. Ensayo literario joven en México (Instituto Literario de Veracruz, 2019). Entre sus estudiantes, todos iniciados en la escritura y también en los premios literarios, Mariajosé Amaral publica el microensayo titulado “Reconocimiento de las sombras”, que arranca con un postulado próximo al de Ruiz Sosa:

Cada dos horas una persona es desaparecida en México. En los últimos 10 años suman más de 30 mil quienes faltan en casa. Para traerlos de vuelta cientos de familiares han salido a hacer lo que el Estado no: buscar. Buscar vida, buscar cuerpos, buscar justicia” (pág. 19).

Es tan increíblemente sorprende y cruel…

En el durante del viaje también se adquieren libros: algunos en la librería Porrúa de Ciudad de México (no podía faltar una edición a cargo de esa librería de las obras completas de Sor Juana Inés de la Cruz), y otros en ediciones de la Universidad Veracruzana en Xalapa. Pero también uno puede rodearse de ellos en la Biblioteca Nacional en la UNAM (e incluso encontrar los de una, ¡toda una alegría!), o acordarse de uno como Lejos de Veracruz de Enrique Vila-Matas cuando se visita esa ciudad. La imaginación también se enciende cuando se conoce la colorida Puebla, o la selvática Jalcomulco… México despierta constantemente la curiosidad, la sorpresa y las ganas de seguir leyendo y viajando.

Además, en los meses anteriores también me he puesto al día con la literatura de Nettel, por el gusto y, también, para preparar mis clases en la UVe. Ante profesores e investigadores he tenido la suerte de impartir un curso de cinco días que ha consistido en desarrollar habilidades interpretativas a través de la literatura comparada. Leemos, analizamos e interpretamos cuentos de la mexicana Guadalupe Nettel, la boliviana Giovanna Rivero, la argentina Mariana Enriquez y la española Elvira Navarro, todas ellas escritoras en español nacidas en la década de los 70. Siguiendo los postulados de Claudio Guillén en Entre lo uno y lo diverso. Introducción a la literatura comparada, se ha ahondado en su forma, en sus temas, en su género literario, en su internacionalidad y, también, desde la historiología. Así, se invita a preguntarse por lo uno y lo diverso de ellas, especialmente por lo que podría explicar el hecho de que no pocas autoras de esa generación planteen historias con ciertos personajes en la niñez y la adolescencia, o con madres que se cuestionan la maternidad, o con animales que sirven de espejo a los humanos, o con escenas morbosas y violentas, con referencias comunes como Joyce, Kafka, etc.

Al final, de una lectura sale otra, así que a los libros de antes y durante se sumarán los de después de este inolvidable e intenso viaje mexicano.

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