
Este 7M (o 8-1M), un año más, lo he celebrado con mis lectoras favoritas, las queridas abuelas de Puente Tocinos. Hemos leído «La fuerza del amor», una de las Novelas amorosas y ejemplares de María de Zayas, a la que, sintomáticamente, no conocían. También les ha sorprendido el título después de haber leído la novelita.
Con su prólogo la escritora invita a reflexionar sobre la educación de las mujeres. Estas lectoras siempre me dicen que gracias a estas actividades compensan lo que no han podido estudiar, pero no dejarán de ser ejemplares en cuanto demuestran que pueden las ganas, la voluntad, la ilusión y, también, la humildad.
«¿Por qué vanos legisladores del mundo atáis nuestras manos (…)? El alma, ¿no es la misma que la de los hombres? Pues si ella es la que da valor al cuerpo, ¿quién obliga a los nuestros a tanta cobardía? Yo aseguro que si entendierais que también había en nosotras valor y fortaleza, no os burlaríais como os burláis».