Un año después de haber tenido la suerte de escucharla en los Encuentros con la Literatura en Murcia, Elvira Navarro publica nueva novela, Las voces de Adriana.
Si con La trabajadora llevaba a la literatura un personaje, un tema y un contexto cercanos en el día a día pero lejanos de la narrativa contemporánea (una mujer con un trabajo precario que psicosomatiza la crisis imperante), con Las voces de Adriana Elvira Navarro de nuevo consigue visibilizar una situación no tan rara en la vida pero sí en la literatura, la de una joven que asume cuidar a su padre enfermo tras la muerte de su madre, para lo cual ha de trasladarse de ciudad y replantear sus relaciones, amistosas y sentimentales. Esa situación se plasma principalmente en la primera parte de la novela, titulada “El padre”. La segunda, “La casa”, gira en torno al espacio doméstico que se rehabita y que empuja a recordar (lugar que, por otro lado, está siendo revisitado por otros escritores y escritoras actuales, como Sara Mesa). Pero no solo se evocará el pasado de la infancia, sino el de toda la familia, especialmente el de tres generaciones representadas por la abuela, la madre y la hija (que ha sido la narradora anterior): “Las voces” conforma la tercera y última parte de esta historia.
