Sobre la belleza desordenada de Roma (y todo lo demás)

No me llevo bien con el desorden, pero sí me gusta el de ciertos libros dispuestos con cierto “desorden ordenado”, con una desestructura invisible y aparente pero bien pensada, asociativa, sugerente. No me agradan las ciudades caóticas ni tampoco las cuadriculadas o estudiadas, pero me encantan las calles enrevesadas, laberínticas, misteriosas, incluso decadentes dentro de ciudades con orden propio. No vive ni pasea por las mismas calles un embajador o un obrero, ni en el caput mundi que es Roma ni en otras capitales del mundo. Así, contaba razones que me llevaban (frente a otras), como todos los caminos, a Roma desordenada. La ciudad y lo demás, libro de Juan Claudio de Ramón (Siruela, 2022). Algunos fragmentos suele servir esa editorial, como ocurre también para este libro:

https://www.siruela.com/archivos/fragmentos/RomaDesordenada.pdf

Me ha gustado el estilo erudito pero también irónico, las descripciones de lo pequeño pero también de lo grande, los datos históricos pero también los detalles personales y hasta familiares. Me ha encantado porque la última vez que pisé Roma, en agosto, conocí por fin el barrio del EUR, pero también porque, a falta de un día para volver a la capital italiana, me han entrado ganas de conocer otros barrios y otras iglesias (porque de seguir probando otros platos autóctonos nunca se me han ido las ganas). Soy de las que, cada vez que tiene la suerte de regresar a Roma, alguna vez al año, pone el dedo sobre el mapa/pantalla para sorprenderse a sí misma con rincones inesperados.

Me ha gustado volver a textos sobre la ciudad de autores como Goethe pero también conocer otros como los de Ennio Flaiano, releer a Gaya y Zambrano pero también redescubrir a Winckelman, mirar de otro modo el Panteón pero también ver lo que apenas no hay como es el arte gótico y la ciudad medieval, aunque me inunde la más insana curiosidad por dar con Villa A., donde quiera que esté. Las decenas de fragmentos que componen este libro de más de trescientas páginas poseen la justa medida para que su lectura resulte un más que un agradable paseo.

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